Son ya 28 semanas de embarazo pasadas, y se nota ya de forma marcada la inflamación de pies y manos. El anillo de casada descansa desde hace días ya, en el cajón de la mesa del salón (recordatorio para la que está perdiendo sus neuronas de dónde tiene su anillo).
La barriga cada día es más pesada y la gorda está cada día más gorda, no duerme por las noches y se siente más torpona. Yo la veo preciosa, con su barriguita a cuestas, cuidando de nuestra burbujita.
El caso es, para no desviar el tema, que la casa se nos echa encima. Y ya no es la casa en sí, (que se hace los fines de semana con mas o menos paliza), es la ropa que nos come… la plancha que se amontona… y solo falta la pelusa esa del oeste rodando por mitad de la casa.
Apareció como por arte de magia en el buzón de casa una propaganda que citaba: ‘Se ofrece para limpiar, chica española, seria y responsable, interesados llamar.’
Ya hemos conocido a Patricia, que lógicamente, es la chica del anuncio. Vino el pasado sábado para conocernos. Se presentó en casa acompañada por su madre y con su niño pequeño (Paul) de tan solo año y medio.
Pues nada, de momento será la elegida para echarnos una mano. Vendrá los sábados 3 horitas y confiamos en que todo salga rodado…
¡Ya tenemos chica! ¡Ya estamos Burgueseando!.
