Pero ¿qué hay de ese otro primer beso?... Ese del que nadie te ha hablado, al que no se le da injustamente tanta publicidad y que cuando llega te hace casi morir de amor?...
Ese primer beso que te da un hijo, que va aprendiendo primero a hacer el gesto y el ruidito con la boca, y que va regalándolos y lanzándoselos al aire, sin saber en su inocencia que cada uno de ellos vale millones. Y que cuando te acercas preguntando si te regalaría uno de esos besitos que lanza desinteresadamente al aire, en un gesto de suma ternura lo que hace es poner su carita en tus labios para que tú se lo des.
Pero un día llega. Se acerca sin que lo esperes y te planta un muackkkk que no sé si se olvida o no, ni me interesa saberlo, pero lo que sí es seguro es que produce tanto, tanto amor, que mínimo merece ser contado y por supuesto, ser colocado al nivel de los mejores primeros besos de amor del mundo mundial.
Qué rico y delicioso ese beso con abracito incluido mi niña...
Papá y yo nunca creímos derretirnos así por un beso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario