martes, 21 de mayo de 2013

Comienza el Cilclo de Conferencias: "Conociendo a nuestros hijos". Haciendo tribu

Este sábado dio comienzo el III Ciclo de Conferencias que llevan por título "Conociendo a nuestros hijos", organizado por la Asociación Besos y Brazos.

La primera del lote, y no ha defraudado en absoluto. José María Paricio nos habló sobre lactancia, un tema en el que se le puede considerar un experto, y sobre el que, según sus propias palabras llenas de gracia y sarcasmo, desde su cese en el hospital de Denia se dedica a conspirar.



"Ahora me dedico a hacer guardias y a conspirar sobre lactancia..."

No haré un resumen de la gran conferencia que fue, porque sería muy complicado condensar tanta y tan buena información. Y también, por qué no decirlo, porque ya lo han hecho otras con gran esmero y sin dejarse ni un ápice en el tintero. Aquí se puede leer.

Pero sí quería escribir y dejar aquí plasmado, que me gustó mucho ir. Y me gustó mucho por todo lo que se dijo y lo que aprendí. Pero lo más importante y lo que más me gustó, es que me sentí muy bien. No sabría muy bien cómo explicarlo, pero cuando entré y me senté, y observé a mi alrededor... no podía dejar de sonreir...

Los seres humanos, en nuestro día a día, nos movemos en grupos, muy diversos y heterogéneos, pero siempre vamos de un grupo a otro. En el trabajo, en el cole de los niños, con la familia, con los amigos de los tiempos de estudiante, con los que has ido haciendo por el camino, en el mercado...

Yo últimamente, en mi día a día, y con el grupo que tengo más cerquita la mayor parte del tiempo, he sentido que estaba fuera, que no encontraba mi sitio, a veces hasta sintiéndome bicho raro, o salmón nadando río arriba y contra corriente, sólo porque haces lo que crees que es lo más natural, lo que es bueno para tu hija y tu familia, lo que me sale de dentro. Al principio porque das la teta demasiado a menudo, luego porque la sigues dando, más tarde porque no te gustan las guarderías, porque quieres que se respeten sus ritmos, porque no estás de acuerdo con los castigos, con las recompensas, y un largo etcétera.

En la mayoría de ocasiones, esto no me suele afectar mucho. Estoy segura de lo que hacemos en casa, porque creo que nuestras decisiones se basan en nuestro instinto, nuestro amor y mucha información contrastada. Pero hay veces que sientes la soledad, y sientes tristeza porque te gustaría que las cosas fuesen de otra manera, te gustaría no estar sola en lo que sientes que es el mejor camino. Y piensas que para conseguirlo algo tiene que cambiar, y para que algo cambie, más personas tienen que ver las cosas como yo las veo.

Y esto es lo que sentí el sábado al entrar en ese salón de actos, y seguí sintiéndolo cuando uno por uno empezaban a hablar. Primero la directora médico del hospital, después los que representaban a Besos y Brazos, el ponente, hasta llegar a las y los asistentes. Era una oleada de optimismo, un horizonte que se abría, porque no había estado antes en una reunión con tanta gente que pensase tan parecido a mi, que actuase tan parecido y que hablase en los mismos términos. De repente ya no estaba tan sola en mis sentimientos, física y emocionalmente. Porque a veces la cercanía física también es importante.

Desde aquí, y sabiendo de antemano que probablemente no llegarán a su destino, me gustaría enviar mil millones de gracias a cada persona que está detrás de la pantalla escribiendo y dando información valiosa y poderosa, que da conferencias, que asiste a ellas, que las ve por internet, que forma grupos de lactancia ayudando y apoyando, sosteniendo a otras personas que estamos aquí, que creemos en las mismas cosas, y que a veces necesitamos de ese soporte para seguir haciendo un mundo mejor, porque de ello cada día estoy más convencida; la crianza con apego y respeto creará un mundo mejor, criará seres humanos con más conciencia de grupo, esa que tanta falta hace en los tiempos que corren, con más respeto hacia nosotros y el lugar que habitamos. Que seguramente los que estamos aquí ahora, no veamos ese gran cambio de paradigma, pero que es necesario que ocurra y que ocurra cuanto antes.

Después de escuchar a José María Paricio, mi visión es positiva, porque su visión también lo es. Desde los ojos de una persona que ha luchado en primera línea y como pediatra, por fomentar la lactancia materna, por un bien muy valioso para la humanidad,como él mismo lo describió, y que después de estudios, encuestas, y mucho mucho trabajo, piensa que algo está cambiando y que estamos recuperando algo que nunca debió perderse. Que las cosas se pueden y se deben hacer mucho mejor.

Ahora me siento un poco más dentro de una tribu virtual, que ya tengo la certeza que no es de mentira, existen y están ahí, son reales y de carne y hueso, aunque yo en mi día a día no pueda verl@s.

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