Hoy es el día de la madre, todos los días me siento igual de madre, igual de feliz, igual de guapa cuando me miro al espejo y asoman esas ojeras, ciertas arrugas y alguna que otra pequeña estría en el pecho. Y sí, me veo guapa, porque los noto signos de más conocimiento, de ser más madre cada día, de estar más llena que nunca y más feliz de mi condición.
Y aunque todos los días lo disfruto y lo celebro en ese sentido, los "días de", lo celebro también y si cabe, nos paramos un poco más a pensar en la felicidad y la necesidad de disfrutarlo hoy, y el resto del año. Mi niña me regala una flor hecha con papel de seda que ella misma rompe un poco más tarde... Y disfrutamos juntas de un día lleno de besos, de amor, de mimos, de teta, que no se diferencia en casi nada de ayer, y seguramente de mañana, pero es bonito a veces hacer un alto en el camino y celebrarlo.
Y por qué no decirlo, aprovecho para sentirme también más hija que nunca, con más agradecimiento cada día por esos valores y las enseñanzas transmitidas, por la felicidad que me da sentir que formamos todas una cadena de inmortalidad, porque venimos una de la otra y todas nos pertenecemos.
Y también guardo hoy un huequito o huecazo... para el papá de la criatura, que nos cuida y nos sostiene, y que nos allana los caminos del día a día, y la maternidad así se hace mucho más fácil y placentera.
Por todo eso y por mucho más, todo mi amor hoy para la mamá de mi mamá (la Beli), para mi mami y para el amor de mi vida que me hace cada día más y más feliz y plena, mi niña. Y de ahí en adelante, espero que la cadena siga y siga, y no se detenga a través de la maternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario