domingo, 29 de julio de 2012

A través del espejo

Siempre me ha hecho gracia ver cómo mira la vida un bebé a través de un espejo... ¿Qué sienten? ¿Qué piensan?.

Yo juego mucho con Paula delante del espejo. Después del baño, antes, cuando nos estamos vistiendo, al ir a lavar el chupete, al enjuagarnos las manos,... Vamos, casi siempre que pasamos por delante de uno. Se ríe, mira sobre todo mi imagen y seguidamente me mira a mi. Intenta cogerme y tocar a esa bebé juguetona que se mueve al otro lado de esa ventana.


Ella no sabe quién es el bebé que mamá tiene en brazos. De hecho no suelen saberlo hasta bien pasado el año, incluso hasta los 18 meses. Es lo que se llama el desarrollo del autoconcepto. Concretamente, el autoconcepto físico.

Es algo curioso. Los bebés no se perciben como un todo. No saben que son una persona en sí misma, un cuerpo separado de su madre. Los primeros meses empiezan a descubrir sus manitas y sus pies, y juegan con ellos. ¡Es divertidísimo!. Pero ni siquiera en este momento se perciben como un todo. Se perciben por partes, saben que ahí están sus manitas, sus pies, los brazos,...

Aunque todavía no sepan distinguirse delante del espejo, ni quién hay allí dentro, es bueno y muy divertido jugar y que jueguen delante de los espejos, besarles, abrazarles, coger sus manitas y pies y bailar, ensayar diferentes muecas, gestos y expresiones... Van aprendiendo y tomando conciencia de su propio yo, de que su mamá está allí reflejada, de las diferentes partes del cuerpo, etc.

Existe toda una teoría sobre el desarrollo del autoconcepto y el espejo. Es una teoría psicoanalítica, del autor Jacques Lacan, el cual da una gran importancia al estadío del espejo para la formación del yo en el sujeto. Teoría con bastantes años y con un marcado carácter psicoanalista, con lo que ello conlleva, pero tiene puntos muy interesantes.

Otro psicólogo, Lewis, realizó también un experimento para conocer el momento en que los niños son capaces de percibirse a sí mismos delante de un espejo. Es un experimento muy curioso y simpático.

Colocaba a bebés de diferentes edades hasta más o menos los 18 meses, a jugar delante de un espejo y posteriormente y sin que los bebés fueran conscientes de ello, les pintaba la nariz de rojo (ja ja ja, como payasetes...!). Entonces los ponía de nuevo a jugar delante del espejo. El bebé que es capaz de percibirse a sí mismo, al ver su imagen reflejada se llevará su manita a la nariz. Esto no solía ocurrir, como digo, hasta los 15 ó 18 meses.

Los que aún no tienen definido el concepto de sí mismos, ¡hacen lo de siempre!, lo que suele hacer mi niña cuando me acerco demasiado con ella al espejo del baño, llevan su mano al espejo, a tocar a ese bebé que está encerrado allí dentro ¡y que tiene nariz de payaso!. En el caso de Paula, sin la nariz de payaso...

La mantita de actividades que tiene Paula y a la que hemos empezado a dar mucho uso este verano, porque se la ponemos en el patio y se lo pasa bomba; tiene un espejito de mentira y se queda alucinada mirándose sin saber que es ella. Le da manotazos, lo chuperretea, se ríe, pone ojos de susto... de todo un poco. Pero como digo le encanta.

Para nosotros es algo trivial y sin mucha historia, pero para ellos debe ser algo increible ir descubriendo poco a poco, y pasito a pasito su propio yo, su propia persona, tanto física como psicológicamente. Ir descubriendo cómo cambia nuestro cuerpo, nuestra cara, con cada expresión, con cada mueca.

 En definitiva, es un buen juguete, y estaría bien tener uno a su altura para que se puedan reflejar en él mientras juegan o mientras jugamos.




sábado, 28 de julio de 2012

...A mi nunca me pasaría...

Estaba tan segura de que mi bebé se tenía que caer y hacer daño alguna vez en la vida, como lo estaba también de que no sería mientras yo estuviese ocupándome de ella..., ¡a su lado!, ¡a menos de un metro!, ¡casi sin quitarle ojo!, y lo que es el colmo, ¡acompañada de papá!...

En fin, no tengo palabras para describir el sentimiento de culpa, de impotencia, y de rabia que tengo desde ayer por la tarde que ocurrió. Mi pequeña bebé se cayó de la cama de papá y mamá, se dio un golpazo y le sangraba la nariz... Y lo que no se me quita de la cabeza, es que lo podría haber evitado.

La situación fue la siguiente:

Estamos los tres en la habitación, tan felices y vistiéndonos para irnos de cumpleaños a casa de mi hermana. Yo estaba vistiendo a Paula y su papi eligiendo camiseta.

- "Ponte la marrón, la que tiene unas letras y una calavera".
- "Esa no es marón, es negra". "Tienes que ir a revisarte la vista, ja ja ja..."
- "Como que no es marrón, tú tienes un problema con los colores".

Me levanto y cojo un gorro negro del armario. (Hay que recordar que entre la cama y el armario no hay ni un metro. Y que Paula estaba en el centro de una cama de matrimonio). Cuando me acerco a comparar las dos prendas: ...¡PUMBAAAAAA!!!!!! Según me daba la vuelta, y allí estaba en el suelo, medio de lado, con una carita de susto, y empezando a llorar como una loca...


- "Mi niña, mi niña"
- "Hay que mirar que  no se haya hecho nada..."

No quería mirar nada, no quería que llorase, sólo quería abrazarla... Y en definitiva sólo quería que no hubiese pasado.

Pero ha pasado, y hemos aprendido... Una lección que ya teníamos muy estudiada, pero que al parecer deberíamos haber recuperado.

No es momento de culpabilizarse ni torturarse, pero sí de tomar medidas, que al parecer ya tomábamos pero que hay que tomar mejor y no olvidar ni un detalle!.

No pasa nada, todos tenemos descuidos y accidentes, niños y adultos, y no hay que dramatizar ni ponerse en lo peor, pero tampoco es bueno trivializar y olvidarse que hay un elevado porcentaje de niños que sufren graves consecuencias en accidentes domésticos e incluso la muerte.

Hay que extremar la precaución, aunque creamos que están protegidos. Aunque estén en el centro de una cama grande y rodeados de cojines. No dejarles nunca solos en una cama sin barandillas, ni en un sofá, ni en ninguna superficie con altura y sin protección. Ni un segundo, ni medio, ni una milésima... Nada.

Esto creo que no lo olvidaré.

... Y pensaba que a mi nunca me pasaría...






miércoles, 25 de julio de 2012

Miércoles Mudo: ¿Nos bañamos?

¿Nos damos un baño relajante, mamá?

lunes, 23 de julio de 2012

Extraños entrometidos...

Nunca me ha interesado demasiado saber la opinión del resto de la gente sobre el vínculo o relación que tengo con mi hija desde que nació, pero esto da igual. Sí, sí... da igual porque la gente, independientemente de que tú lo quieras saber o no, te ofrecen su opinión desinteresadamente. Incluso a veces de la manera más entrometida.

Ayer salimos a dar un paseo por la mañana y a comprar unas verduritas que nos faltaban para preparar la comida de Paula. Y nada más entrar a la tienda, la buena mujer, que no dudo yo de que lo sea... se acercó a  mi gordita, empezó a decirle cositas (cosa que no me importa en absoluto y hasta he de decir que me gusta, porque me encanta que hable y se relacione con otras personas, y por qué no admitirlo, que le digan cosas bonitas...), y a su vez, ni corta ni perezosa, ¡le quita el chupete sin ningún permiso!, le empieza a acariciar su carita y a acercarse más de lo que Paula debió considerar una distancia prudencial para un extraño, porque enseguida empezó a hacer pucheros y a llorar desconsolada.


Y eso que tengo que decir que lleva mucho mejor desde hace tiempo el contacto con extraños y con gente ajena a la familia... Incluso suele echarles una gran risotada y un manotazo en las gafas (si es que las llevan) en señal de amistad cuando le saludan amigablemente.

Pero no se quedó ahí la cosa, porque en ese momento entró a la tienda otra mamá con un nene de la misma edad que Paula (su mami me lo dijo), y la señora tendera, se lanzó a cogerle en brazos diciéndole a Paula que ese niño si que no extrañaba a nadie y que ella estaba muy enmadrada...


En fin, creo que estos acontecimientos no dejan de ser el resultado, de nuevo, de la poca empatía que los adultos tienen con los niños en general. Y también de pensar, que como es un niño pequeño y no puede hablar ni explicarse, ¡pues todo vale!.

Pero es que, ¿a alguien se le ocurriría cruzarse con alguien dando un paseo por el parque y así porque sí, quitarle por ejemplo la gorra que lleve puesta al mismo tiempo que le pasamos la mano por la cabeza y le damos las buenas tardes?. Y todo esto aderezado con un buen volumen de voz, para que nos oiga bien...

Si es un adulto hecho y derecho, por supuesto que no... Pero si es un bebé, ¿a qué no parece una escena tan extraña?.

Los niños pequeños y en especial los bebés, también tienen su propio criterio sobre las personas, y puede no gustarles las mismas cosas que no nos gustan a nosotros los adultos. Yo hasta diría que debemos tener especial cuidado con ellos en no entrometernos demasiado en su espacio, si él o ella no dan señales de permitírnoslo.

Al fin y al cabo, ellos todavía no entienden si nos acercamos a ellos con buenas intenciones o no. Y deben ser precavidos para intentar mantenerse a salvo de cualquier peligro!

¡Y SÍ!, ellos pueden percibir como un gran peligro el acercamiento repentino de alguien a quien no conocen de nada que les habla muy alto, y que se atreve incluso a arrancarles su chupete, ¡por favor!.

Recordemos de nuevo la escena del paseo por el parque y el desconocido que se acerca y nos quita la gorra o un libro que estemos leyendo... ¡Pero bueno! ¿Qué se cree este buen señor?...

Insisto en que me encanta que Paula tenga contacto con la gente. Pero cómo no iba a gustarme... si a mi me encanta estar con gente, quedar con amigos y familia, asistir a eventos... Pero hay que dar tiempo al tiempo.

Una vez más y como en muchas otras facetas, respetar sus ritmos.

jueves, 19 de julio de 2012

Pa, pa, pa, pa...

Paula ya lleva bastante tiempo balbuceando como loca y hace poco más de un mes que parece responder cuando oye su nombre. Creo que ya sabe que cuando decimos Paula nos referimos a ella... porque cuando le llamamos por su nombre nos mira y sonríe. Aunque también muchas veces le llamamos "bebé" o "gordi" o incluso "Pauliquiqui"... je je je.

Desde aproximadamente los dos meses, los bebés empiezan a darse cuenta que esos ruiditos y gorgojeos que oyen de vez en cuando, ¡los emiten ellos mismos! Y comienzan a interactuar y a jugar con ellos. Llegan los ajos, y sonidos sobre todo vocálicos. Recuerdo los primeros ajos de la gordita! Qué delicia... Hasta logramos una vez cazar uno en vídeo...

Es bueno y muy divertido hablarles, responder a sus sonidos, cantarles, y jugar con los sonidos y las palabras. Son los inicios de la comunicación. Además para ellos es la manera de aprender el lenguaje, y no sólo el lenguaje, casi todo en general. Emiten un sonido o una conducta y ven nuestras reacciones y las del entorno, y dependiendo de las consecuencias, actuarán de una manera u otra en el futuro. Es lo que se llama aprendizaje por ensayo y error.

Digo por casualidad: "ga...", y mamá se ríe, acerca su cara a la nuestra, nos besa, y repite una y otra vez, "ga, ga, ga... ajooo". ¡Qué divertido!, ¡Uy!, me ha salido otra vez ese sonido parecido a "ga"! Y a mami parece que le encanta!, se pone como loca de contenta y nos besa y abraza y hasta parece que canta... ¡Qué diver...!

A partir de los seis meses ya es otro cantar... Empiezan a tomar más control de su aparato fonador o del habla y comienzan a repetir sus ruiditos, a emitir sílabas con consonante y vocal. Les es muy divertido repetir todo el rato la misma sílaba y experimentar con sus sonidos.

¡Y en estas estamos! Ayer por primera vez, Paula parecía muy concentrada colocando su boquita como una "viejita", con los labios hacia dentro, y de repente comenzó a repetir sin cesar: "pa pa pa pa pa...".  

Claro, al Papá casi le dá algo, y por qué no decirlo, a la mamá también! Parecíamos dos tontos delante de ella, imitando su boquita y sus sílabas, besándola y señalando a su papi y diciéndole que aquí estaba él, dispuesto a venir desde cualquier parte del mundo en la que se encuentre, en respuesta a esas maravillosas palabras!



Y a partir de ahí, a ella le hacía gracia que repitiésemos con ella sin cesar el pa, pa, pa, pa y cada vez que se lo decíamos, colocaba su boquita, y ¡a decir papá como si no hubiese un mañana... ja ja ja!

El lenguaje se aprende por imitación. Por eso, es muy importante que estimulemos al bebé, hablar con ellos, de forma suave, pausada y con calma. Según vayamos repitiéndole palabras y señalando o indicando con nuestros actos a lo que se refieren, ellos lo irán relacionando. Es como un juego para ellos, y también para nosotros, y una etapa muy bonita que hay que disfrutar al máximo!



miércoles, 18 de julio de 2012

Miércoles Mudo: Pies Mudos

Juegos de pie a mediodía en la siesta.

martes, 17 de julio de 2012

¡Nuestro 2º Premio! Liebster Blog

Casi sin recuperarme de la emoción por la recepción de nuestro primer premio a los papás burbujitos!!, nos llega este segundo, Premio "Liebster Blog".

Antes de nada, darle un millón de gracias al blog que nos lo otorga, Aprendiendo a ser mamá. Un espacio que he descubierto hace muy poco y que es todo ternura. Sólo hay que ver la foto de la portada para inundarse de todo ese cariño.

Y dicho esto, aquí va el premio:

Instrucciones del Premio Liebster Blog
  1. Copiar y pegar el premio en el blog y enlazarlo al blogger que te lo otorgó.
  2. Señalar tus cinco blogs preferidos con menos de 200 seguidores y escribir comentarios en sus blogs para que conozcan que han recibido el premio. No se puede incluir en la lista el blog que te concedió el Liebster.
  3. Y, por último, esperar a que esas bitácoras continúen con la cadena y elijan a sus cinco blogs preferidos.
Pues allá van mis premiados. Blogs, algunos que visito casi desde el inicio de mi andadura por la blogosfera, y otros que he descubierto hace poco y en los que me he quedado por algún motivo especial.

1. Los días de Sofía. Es un blog muy entrañable, además me encanta que esté escrito desde los ojos de una niña, Sofía, que además acaba de cumplir su primer añito de vida. Así que, por ello y por su simpatía y alegría, te dedico este premio. Aún tengo pendiente el envío de un trocito de tela para esa genial idea que ha tenido la mamá de Sofía ("la colcha de los 100 deseos"), no me olvido...

2. Biencriando. Un espacio que transmite paz y buenas vibraciones, y que sigo casi desde mis inicios en este mundo del blog. Siempre apostando por una crianza feliz, un parto respetado, lactancia, porteo... y en definitiva cosas que comparto mucho. Por todo ello, le dedico este premio.

3. Peques con soltura. Un blog que aunque no me acompaña desde los inicios, fue una de mis primeras seguidoras y que además acaba de publicar la maravillosa noticia de estar de nuevo esperando otro bebé. Un hermanito o hermanita para Paula, tocaya de mi prince. Recibe mi cariño y este regalito en forma de premio!

4. Mi mamá me mima. Este blog también lo he descubierto hace poco, gracias esta vez a los Miércoles Mudos. Se comparte un poco de todo, además de la maternidad. Todo ello aderezado de mucho cariño. Para ti Yasmín!

5. Con M de Madre.  Blog que he conocido hace muy poco, vía Bebés y Más. Y allí me he quedado de visita. Es una madrileña como yo, que nos cuenta con mucha simpatía y ternura sus aventuras y desventuras con sus dos peques. Nos seguiremos viendo por tu blog!

¡¡Muchas Felicidades a todas las premiadas!! Espero que os guste el premio!.

Mis mejores deseos para todas y todos! Los premiados y los no premiados en esta ocasión, que ya lo serán en otras!


viernes, 13 de julio de 2012

Primer Premio de los papás burbujitos!: "Gracias por estar ahí.."


Primer premio que recibimos en nuestra corta vida de blogueros, los papás burbujitos!. 

Nos llega desde otro rinconcito de la blogosfera, llamado "el camino para ser mamá". Un lugar lleno también de cariño y cosas bonitas. Ya con la cabecera de su blog me sentí muy identificada sólo con leerla, "El camino para ser mamá, no siempre es fácil". Quien pase de vez en cuando por aquí o nos conozca un poquito, ya sabrá que para mi tampoco fue nada fácil... Pero mirando el lado bueno de las cosas, creo que cuando lo consigues, lo vives todavía con más intensidad si cabe, por lo que se hizo esperar...

Lo recibimos con muchísimo cariño, y sobre todo, con toda la ilusión con la que se recibe un primer premio, entregado a algo que has creado con todo el amor del que está creando una familia.

Un millón de gracias por pensar en nosotros. Ahora paso a responder las preguntas:

- Un libro que aconsejas: Como estamos en un blog sobre crianza, y por ser el último libro que he acabado, me decanto por "Nuestros hijos y nosotros", de Meredith Small. Una maravilla sobre Antropología de la Crianza, contado de forma muy accesible y con cierta gracia, pero con todo el rigor que el tema merece.

- Un juego, juguete o actividad que no falla: Disfrazarse. Pasar una tarde probándose trajes, vestidos de bailar, adoptando otras identidades y pasando en pocos minutos de ser la mejor de las bailarinas a la más bella princesa, o incluso la bruja de Halloween!. Yo lo disfrutaba en grande de pequeña, todavía lo recuerdo. Pero mi sobrina ahora cuando se junta con más amiguitas les encanta!!.

- Una canción infantil: Una muy divertida, con la que los peques se lo pasan en grande, que yo recuerdo de  mis tiempos mozos, y recuperada ahora por los famosos cantajuegos. ¡¡Soy una taza, una tetera, una cuchara, y un cucharón.... Un plato hondo, un plato llano, un cuchillito y un tenedor..!!!




- Un buen plan: Sin dudarlo, un día o si puede ser mejor un fin de semana de playa!. Uff... Adoro el mar. Todavía mi pequeñina no conoce el mar, y me muero por montar un plan de fin de semana a la playa, jugando en la arenita, saltando en las olas y un paseito en el paseo marítimo, por la tarde-noche tomando algo en una terraza disfrutando de ese inconfundible olor a mar.

- Una canción: Esta parte sí que me resulta complicada, pondría cientos... Pero una de mis preferidas desde siempre y por lo que significa en este momento: Imagine de John Lennon.






Y ahora con mucho gusto, paso el testigo y otorgo el premio a las afortunadas por haber estado en mi pequeño mundo en los últimos días:


Muchos besos para todas!!

miércoles, 11 de julio de 2012

Miércoles Mudo : Cinco Lobitos

Cinco lobitos tiene la loba...

viernes, 6 de julio de 2012

La lactancia tras la incorporación

Después de tres semanas, ahora puedo decir que, ¡se puede continuar con la lactancia tras incorporarse al mundo laboral!.

¿Es más complicado?. No tanto...
¿Más incómodo? Mucho...
¿Menos bonito? Seguro. Sobre todo en los momentos que ella no está. Pero lo llevamos como podemos.

En la hora que dispongo para comer de 14:00 a 15:00, emprendo camino hacia el garaje, donde me esperan mi neverita portatil y mi sacaleches y me extraigo dos bolsitas que posteriormente les dejo en la guarde para que le puedan dar esa leche al día siguiente. A las 14:30 estoy lista y subo a comer en el rato que me queda.

Por la noche seguimos con tomas nocturnas, que pueden ser más o menos, dependiendo de la noche y de cómo se encuentre mi bebota; que por cierto en los últimos días no levanta cabeza la pobre, entre toses, décimas de fiebre, y ahora ¡los oídos!. Y como todo el mundo me dice: "es lo normal cuando entran a la guarde", "pero no te preocupes, se hacen más fuertes"...

Han sido múltiples las veces, y múltiples también las razones que he tenido que escuchar desde que me incorporé, acerca de las bondades y beneficios de la guardería... Supongo que la gente lo hace de buena fé, que pretenden animarme, pero ¿de verdad soy la única que piensa que donde mejor está mi hija es conmigo, y que maldita la falta que le hace a un bebé con 7 meses entrar en sociedad y tener muchos amigos?...

No sé, últimamente me siento como un ser extraño entre mis compañeras. Como si nadie entendiese lo que estoy sintiendo y experimentando. Hay muchas mamás en mi trabajo, pero las oigo hablar y comentar en los ratos que compartimos entre café y café, y siento como si perteneciese a otro planeta. Ellas deben pensar lo mismo, porque me miran con asombro y extrañeza cuando digo cada día que bajo a sacarme leche, cuando salgo pitando como una bala deseando reencontrarme con ella, cuando hablo de los grandes beneficios de la lactancia materna, de lo poco que me gusta tener que dejarla en una guardería y que si tuviese la mínima oportunidad me gustaría dedicarme a cuidarla yo misma las 24 horas como he estado haciendo hasta ahora.

Escucho afirmaciones como que dar el pecho es muy esclavo, que es muy duro, que acabas hasta las narices de la lactancia, que se crían igual de bien con pecho que con biberón, que ir a la guardería les viene muy bien, y hasta que se hacen más duros!

Escuchando todo esto me acordé de un cartel que había visto no hace mucho en el ambulatorio, en una de mis últimas excursiones a la pediatra. Lo copio aquí mismo porque me encantó y porque viene muy a cuento:

"Una experiencia agradable para tu hijo y para ti, desde el nacimiento y hasta que tú quieras. Si no es así, busca ayuda. Consúltanos".

Es decir, que afortunadamente se da por hecho que la lactancia ha de ser una experiencia agradable. ¿Cómo podría ser de otro modo?. ¿Cómo, no una ni dos, si no varias mamás pueden afirmar llenas de razones que la lactancia la han vivido como algo esclavo y cito textualmente palabras que me han llegado a decir: "coñazo"...?

Y mis ojos se van abriendo cada vez más grandes, y mi cara seguro debe ser una mezcla de incredulidad y tristeza.

Para mi la lactancia ha sido y es, unos de los mejores momentos que he pasado y  paso con Paula. Ya en mi relato sobre nuestra lactancia cuento cómo fue desde el primer día y con la intensidad y el amor que lo he vivido.

Pero cuando vi los carteles en el ambulatorio promoviendo la lactancia materna, me llamó mucho la atención éste en concreto. En un principio pensé... "Pues claro, la lactancia siempre se disfruta". Pero al parecer no es así... Y es una pena.

Así que sería bueno que mucha gente lo viera y se concienciara de que si no lo está disfrutando puede acudir a profesionales para que le ayuden a encontrar la manera de llevar una lactancia exitosa y sin agobios. Se puede también acudir a grupos de apoyo a la lactancia, que seguro transmitirán toda la calma, trucos y claves para solventar los obstáculos que puedan surgir. Todo lo que haga falta, pero nunca pasar por esa etapa tan bonita como una esclavitud o un agobio constante.

Desde que nació mi hija y salíamos por ahí a visitar amigos o familia, o a dar un paseo, recuerdo que siempre le decía a mi marido, "que gozada es lo de dar el pecho cuando tienes que salir de casa, porque ya lo llevas todo puesto!!".

Ahora, como decía, se hace un poco cuesta arriba el pasar esas horas que pasamos separadas. Pero cuando bajo a sacarme leche es mi mejor momento de la jornada laboral. A veces incluso, me bajo el móvil y miro sus fotitos, y se me dibuja una sonrisa en la cara de tonta, que no puedo con ella. Y pienso en que mi bebé al día siguiente tendrá lechita rica para beber en mi ausencia. Ni me planteo en ningún momento dejar de sacarme leche. No quiero que disminuya la producción, para que podamos seguir el resto del día, con nuestra lactancia como hasta ahora.

Después llego a casa y ... ESE SÍ QUE ES NUESTRO MOMENTO... Entro por la puerta con ella encima, y ya en cuanto me siento en el sofá va abriendo la boquita y acercándose y agarrando la camisa impaciente. Qué gozada ese momento... Las dos tranquilitas recuperando en unos minutos, todas las horas que no nos hemos visto en el día.

Y a pesar de lo que digan algunas personas, incluso supuestas periodistas que se atreven a hablar y a juzgar a las mamás que defendemos y estamos a favor de alimentar a nuestros hijos de la manera en que la naturaleza dice que se debe hacer, doy fé de que se puede seguir lactando una vez incorporada al mundo laboral, a ese que no te lo pone nada fácil, pero aún así ES POSIBLE.

Y me alegro de haber encontrado la forma de cuadrar nuestras vidas perjudicándolas lo menos posible.

La lactancia se puede y se debe disfrutar, que no nos cuenten cuentos.

miércoles, 4 de julio de 2012

Miércoles Mudo: Al agua patito


ESTO