miércoles, 27 de marzo de 2013

Miércoles Mudo: Mi rincón de lectura



Mamá, déjame que estoy concentrada leyendo...





lunes, 25 de marzo de 2013

El Instinto Maternal

Este fin de semana, y para variar algo de los últimos ¿cien años...?? ha estado lloviendo... (sí, exagero un pelín... y no es que me disguste que llueva, pero tantoooo...). El caso es que mi madre decidió hacer tarde de chicas en el centro comercial, invitarnos a merendar y de paso comprar una muñeca a Paula, porque la abuela tenía antojo de comprarle una muñeca a la nieta...

Y es que el día de Reyes fue muy gracioso. A Paula no le trajeron muñecas, le trajeron un caballito balancín la mar de mono. Y no es que su madre, una servidora, se haya puesto reivindicativa no queriendo comprar muñecas a su hija para evitar los sexismos, las discriminaciones, y bla, bla, bla... Que no, que no es eso, que sólo es que me parecía todavía muy pequeñita para querer y saber jugar con muñecas.

Hay que decir, que cuando vio la esquelética Monster High de mi sobrina, tiraba de ella como una descosida, y con cara de enfado porque no se la dejaban llevar, causando la risa generalizada en toda la familia y la penita de su abuela, que se lamentaba de que a su niña nadie hubiese pensado en pedirle a Sus Majestades lo que tocaba, que no era otra cosa que ¡una muñeca!.

¡Y ni un día más iba a pasar!. Vamos a comprarle una muñeca. Cuando mi hermana se acercó a la estantería y le enseñó a la susodicha. ¡Madre mía!... Fue amor a primera vista... No he visto una cosa igual. En casa hay alguna que otra muñeca mía que ella ha cogido o le hemos dado alguna vez y que andan entre sus juguetes. Le gusta el pelo largo de una de ellas, y se lo enreda en sus deditos para hacerse cosquillas. Pero esto era otra cosa...

La cogía, la abrazaba, ¡la acunaba!, e incluso decía "ah, ah, ah...". Nos quedamos alucinadas. Y al parecer, no sólo nosotras. La chica que nos cobraba, y otras dos o tres clientas que esperaban para pagar se deshacían mirando a mi pequeña ejerciendo de mamá, por supuesto sin soltar a su bebé ni para pagarlo.

"El instinto maternal, cómo sale...", decía una de las señoras que había a nuestro lado.

Y yo que siempre cuando me dispongo a escribir una entrada, me gusta asomarme a ver qué se cuece sobre ese tema por estos lares, he comprobado que existe un gran debate sobre si existe o no el instinto maternal, si en caso de que exista es algo cultural, o es propiamente un instinto humano.

Y como en todo, pues opiniones hay para todos los gustos, porque a día de hoy, creo que no no hay forma de saberlo empíricamente no?.

Yo personalmente, y al margen de las actitudes que mi hija haya mostrado con esta muñeca a la que ha adoptado y hasta quiere darle tetita, eso sí, ¡de la mía!, opino que el instinto maternal no sólo existe, si no que de no ser así, la especie ya se habría extinguido en todos estos miles de años. Afortunadamente, aún conservamos y hemos dejado algún títere con cabeza entre todos los instintos de los que como animales mamíferos estamos dotados.

Por el contrario, creo que lo que sí sería cultural es esa falta de instinto maternal que se puede dar en algunos miembros de nuestra especie. El ser humano, por haber sido dotado de inteligencia, lenguaje y cultura, es capaz de controlar, canalizar e incluso reprimir algunos de sus instintos e impulsos. Y creo que todos los avances que como sociedad hemos hecho a nivel cultural, han dado como fruto en  algunos casos, que las conductas puramente maternales y en general el Instinto Maternal, no tengan cabida en la sociedad moderna en la que nos hemos convertido, donde el éxito se mide por el dinero que ganas, por lo alto que hayas llegado a ascender en tu trabajo y el número de bienes que hayas llegado a acumular, donde lo personal está casi siempre por encima de lo grupal.

Pero no me quiero poner trascendental, que esta era una entrada sólo y exclusivamente para mostrar ¡el gran instinto maternal que se le despertó de repente a mi bebé! ;-)


jueves, 21 de marzo de 2013

Los niños, el baile y los Cantajuegos

Recuerdo que antes de tener a Paula, cuando mis compañeras y amigas me hablaban de las bondades de los archi-conocidos cantajuegos, a veces pensaba... "¿No hay planes mejores para compartir tiempo junto a los peques que ponerles delante de la tele a embobarse con las canciones y bailes del dichoso grupito...?.

Bien, no es que me desdiga de aquello. De hecho, no me gusta que los niños se emboben durante horas delante del televisor, ordenador, móvil o cualquier otro aparato que sustituya a papás, mamás, y en general personas de carne y hueso, árboles, pájaros, nubes, piedras...

Sólo es, que ahora he descubierto el otro lado, o lo he visto desde otro prisma. Papá Burbujita se hizo con todos los discos que tienen en el mercado (y con alguno que otro que no tienen en el mercado y que alguien se ha encargado de disfrazar de cantajuego cuando la realidad es de lo más alejada..., pero esa es otra historia y debe ser contada en otro momento...), y aunque en un principio pensamos, "mi niña es muy pequeñita todavía para bailes y canciones, no creo que esto le guste y le divierta", como veíamos que en la guarde, de vez en cuando, les ponen esas canciones de fondo y hacen bailecitos en corro (los que saben y pueden), decidimos probar en casa, a ver su reacción, si le hacía gracia, si le interesaba...

¡La sorpresa ha sido mayúscula! Se divierte ella, nos divertimos nosotros, bailamos juntos, cantamos, hacemos el gusanito, la tortugina... Vamos, toda una estampa. Me encanta verla reir a carcajada limpia, viéndome hacer la tortuga, la trompa del elefante, dando palmas o cuando la cojo en brazos para bailar el patio de mi casa.

De repente, me encuentro regresando a ratos a mi niñez, bailando y cantando con y para mi gordita viejas canciones por las que parece que no haya pasado el tiempo. Ella mueve las manos , imita los gestos que hacen los personajes que aparecen en cada canción,  balancea y sube y baja la cabeza al ritmo de la música, mira los dibujos y niños que aparecen en pantalla, y sobre todo mira a su mami que no para de hacer el tonto para ella!.

Me gusta que se divierta y que disfrute con la música y el baile. Recuerdo cuando yo era una niña, y lo que más me gustaba del mundo, era pasar una tarde entera saltando de un disfraz a otro, micrófono en mano, fabricado por mi misma con un boli que llevaba pinchada en su punta una bola de papel de aluminio, cantando e inventando bailes. Sentaba a mi madre en el patio de butacas, o lo que es lo mismo, en el sofá, y ¡a disfrutar del espectáculo!. Allá que aguantaba ella, mirando a su hija organizándole festibales.

El baile ha formado parte de mi vida desde bien pequeña, sobre todo de mi infancia y adolescencia (hice ballet durante más de 10 años) y se convirtió para mi en una pasión. Además, creo que es muy enriquecedor.

Y a raíz de todo esto, se me ha venido a la cabeza una introducción que Pablo Motos hizo en el hormiguero hace unos meses sobre la imposibilidad de ser infeliz mientras se canta y se baila.



Más vídeos en Antena3


Parece ser que cuando se baila y se canta, y en general ante actividades relajantes y placenteras, el cuerpo se relaja, además de segregar determinadas hormonas que hacen que nos sintamos en definitiva, mejor. Y por extensión, nuestra mente también. Sería algo así como que no podemos romper la diada cuerpo-mente. ¡Si el cuerpo es feliz, la mente es feliz!. Esta afirmación lo simplifica mucho, pero todo tiene su explicación.

Las endorfinas son unas sustancias (péptidos opioides endógenos, o lo que es lo mismo, que fabricamos nosotros mismos de forma natural), que utilizamos de forma inconsciente para atenuar el dolor y/o producir una sensación de bienestar. No en vano son conocidas como las hormonas de la felicidad, y de alguna forma recompensan todo lo que es bueno para la salud, la del individuo y la de la especie, es decir, recompensan actividades que aseguren el mantenimiento de la especie, (el amor, el sexo, comer...).

Y haciendo un inciso respecto a este último punto. La lactancia materna es una de las conductas que producen un aumento considerable de nuestras endorfinas... Interesante al menos, verdad?.

Se trata de un sistema de adaptación que amortigua el dolor: sin ellas un simple roce sería doloroso; por eso el ejercicio físico incrementa su producción. Pero también recompensa lo que es bueno para la salud, el bienestar y la armonía, o el mantenimiento de la especie: el amor, el sexo, la lactancia materna, comer. Es un sistema que premia la “creación de lazos” ya sean amorosos, amistosos, familiares o sociales. El contacto piel con piel aumenta su producción: es la base del “sana sanita” con que las madres “curan” a sus niños. La sensación de euforia del enamoramiento o el estado de bienestar tras el orgasmo son ejemplos de un “pico” en la producción de endorfinas. A ellas se debe el placer que produce la contemplación de la belleza, el contacto con la naturaleza, la risa.  Extraído del artículo "Endorfinas, la droga legal" de Isabel F. del Castillo.

Dicho todo esto, sobre un tema que daría para unos cien mil post más o menos..., creo que el baile además de todo lo anterior tiene grandes beneficios para los niños. Yo lo he comprobado durante años, y ahora echando la vista atrás, lo puedo corroborar.

El baile ayuda a los niños a perder la timidez, a adquirir seguridad en sí mismos, confianza y autoestima. También ayuda a liberar tensiones, conocer y controlar nuestro cuerpo. Además se estimula la memoria, el oído, el sentido del ritmo... Sin contar otros beneficios para la salud como fortalecer los músculos, combatir el sobrepeso, eliminar toxinas...

Si hablamos en concreto del ballet, que fue la actividad que yo realicé, a todo lo anterior le podríamos añadir un montón de cosas, como la disciplina física y mental que exige y enseña, el desarrollo de la sensibilidad permitiendo expresar sentimientos y movimientos con total libertad, corrección y eliminación de malas posturas, aumento de la elasticidad, adquisición y mejora del equilibrio y los reflejos... Y un sin fin de beneficios más que le podríamos encontrar, aunque por otro lado, siempre he pensado, que es una actividad que implica también sacrificio y mucha disciplina, por lo que sólo se debería llevar a niños o niñas que verdaderamente tengan el gusto de hacerlo, y no por el gusto de los papás... ;-) todo hay que decirlo.

De momento, y para empezar, nos va bien con los Cantajuegos. Los usamos como juego grupal en casa, y lo pasamos de maravilla, aprendiendo las canciones y los bailes. Me parece una buena forma, y muy divertida de iniciarse en el gusto por el baile, el movimiento, y la música. Les invitan, mediante la imitación, a participar de los gestos, los bailes, las canciones, cuentos y juegos.

Y si además liberamos endorfinas y nos hacemos más felices, ¡qué más se puede pedir!. ¡A bailar!



miércoles, 20 de marzo de 2013

Miércoles Mudo: Hubo un tiempo...


... En que los Papás Burbujitas salían de fiesta y las liaban pardas...


¡Aquellos carnavales!


martes, 19 de marzo de 2013

¡Feliz Día Papá!

Este es el segundo año que Papá Burbujita y la pequeña bebé pasan juntos su Día del Padre. Pero es el primero en que Paula se entera ya de muchas cosas, que grita ¡¡papaaaaa!! a todas horas, que ya no es un bebé pegado a su mamá 24 horas y en definitiva, que disfruta como una enana jugando, mimando y queriendo a su papá.

Y en la guarde no han querido dejar pasar esta oportunidad de decirle a los papás cuánto les quieren, y para ello nuestra peque ha coloreado ella misma con sus manitas este precioso regalito que la profe después, le ha ayudado a rematar y a poner el bonito mensaje:

"Te quiero Papá".

Ella traía muuuuy bien aprendido su papel, y en cuanto vio a su papá le tendía el regalo que con tanto ahínco había hecho para él durante la última semana. Al papá se le caía la baba, y a la mamá, por qué no decirlo, también...





Y no es para menos!



Y por cuenta de la Mamá Burbujita, que tampoco ha querido dejar pasar la oportunidad de honrar a nuestro incansable Papá, que ya en su segundo curso de la escuela que empezó hace poco más de un año, ya se ha graduado con matrícula de honor, y con la ayuda y las ideas tan chulas de nuestras amigas de El Taller de Mir, le regalamos este súper llavero con un mensaje que nuestra burbujita y mamá le gritan a los cuatro vientos.

¡Ha sido todo un acierto! A papá le encantó y el encargo ha sido de lo más rápido y bien preparado! ¡Gracias chicas!. Un guiño desde aquí para vosotras.

Es precioso, y el detalle del grabado en rosa nos ha encantado!




miércoles, 13 de marzo de 2013

Miercoles Mudo: Espuma y burbujitas


Burbujita y la espuma, la espuma y burbujita... amigos inseparables :)



viernes, 8 de marzo de 2013

Día Internacional de la Mujer Trabajadora 2013


Feliz Día Internacional de la mujer trabajadora a todas.

Como se puede leer en el enlace, el tema para este año 2013, es Una promesa es una promesa: momento de pasar a la acción para acabar con la violencia contra las mujeres.

Merece la pena luchar con uñas y dientes por acabar de una vez por todas, con esa violencia contra la mujer, en todas sus formas, en todos los ámbitos, en cualquier lugar del mundo. 


Con el lema de este año, me ha venido a la cabeza un vídeo que se hizo hace tiempo en relación a lo mismo, en el que colaboraron numerosas personalidades y que a mi particularmente me encanta, la canción, la iniciativa, el vídeo y Hueco!. Aquí lo dejo.


miércoles, 6 de marzo de 2013

Miércoles Mudo: De cumple




 Paula ayuda a Papá a preparar la fiesta para mamá burbujita.

El tio Juanlu tambien cumple años!






viernes, 1 de marzo de 2013

Happy Birthday Honey!


Tengo un compañero en el trabajo que ya no celebra los cumpleaños.
Celebra su santo porque dice que llegada cierta edad es algo que no debe celebrar...

A mí gusta que cumplas años.. todos los del mundo...
a mi lado y al lado de nuestra gordi.

Siempre que se acerca el cumpleaños te sientes inquieta, contenta, quieres
que todos los sepan que  "es tu día"... Es algo mágico y eso me encanta...

Un año más sobre las espaldas... 
y pensarás...
¿Me pesará, podré levantarme?

Pero no son los años los que doblegan tu espalda...
!es burbujita enganchada a la teta!

Papá y la bebé te desean un muy feliz día...
!Por muchas celebraciones más! 
!Por muchos años mas!

Cada día te queremos un poquito mas...
¿como lo haces mamá burbujita?
MUACK! MUACK! MUACK! MUACK!
PA! PA! PA! PA!



ESTO