Como ya he comentado en alguna entrada, mi estancia en el hospital fue muy agradable. Me sentía como en una burbuja en la que entrábamos papá, mamá y Paula, y a donde todo el mundo venía a mimarnos y a cuidarnos. Me sentía protegida, querida y a salvo de cualquier cosa que pudiese hacer mal a mi pequeña. Todo cambió cuando Paula se tuvo que quedar ingresada y nosotros nos vinimos a casita.
Y yo creo que fue en ese momento, en el que me vi entrando por la puerta y me quedaba mirando todo lo que estaba preparado para ella, mientras yo no podía parar de llorar, cuando empecé a ir recogiendo pequeñas cositas que habían significado algo en el nacimiento y nuestros primeros días. "¡Esto lo guardo de recuerdo!" decíamos cuando íbamos encontrando algo que queríamos conservar. Y lo fuimos metiendo todo en esa cestita que supongo no será la definitiva. Buscaremos una caja con tapadera y a la que pondremos el cartel:
"LA CAJITA DEL HOSPI"
Y hoy, después de tiempo pasado y pensando en que este proyecto tiene que ser ya cerrado, he aquí cómo ha quedado.
Y los objetos que hasta hoy hemos reunido son:
- El CD de la eco 4D que tanta ilusión nos hizo en su día.
- El CD con todas las fotos que le hicieron en el hospital (una fotógrafo muy maja que nos pilló un poco a traición y que vino con un álbum tan bonito, que no nos pudimos resistir).
- La etiqueta del "peazo" jamón ibérico que te regaló tu abu Juan para que te lo fueras poco a poco comiendo por la tetita de mami !! je je je
- La cajita con los primeros pendientes que te pusieron en el hospital (de lo que por cierto me arrepiento un montón... haberte hecho llorar sólo para que tengas pendientes...).
- Los pendientes que te trajo tu abu Paloma que aún no has estrenado porque te vienen de momento un poco grandes.
- La medallita que a papá le regalaron por escribir a Nestlé, en forma de osito y con tu inicial y tu fecha de nacimiento grabada.
- El gorrito que te pusieron al nacer para que no perdieras calor por la cabecita.
- La pinza de tu ombliguito, que cuidamos con tanto esmero hasta que se cayó.
- Las pulseras con nuestros datos que mamá llevaba en la muñeca y tú en el tobillo.
- El medio disfraz de enfermero que le pusieron a papi para entrar al paritorio.
- Un body talla prematuro que te ajustaba a la perfección y que ahora cuando lo miro no sé ni como te entraba un brazo.
- Un dodotis del tamaño de pulgarcito y que entonces hasta te sobraba un poco.
- Un décimo de lotería que compramos en el hospi de Navidad para toda la familia ¡por si acaso venías con un pan debajo del brazo! El 71619.
- Y una mini-bolsita con nuestro nombre y apellido, con los calmantes que le traían a mamá los primeros días que el dolor era ... uf... ya ni me acuerdo... ;-))
Algunas de estas cosas, merece la pena verlas de cerca...
El mini body, el gorrito (que en realidad es una venda de compresión con un nudo en un extremo) y el dodotis que ocupa más o menos lo que la palma de mi mano.
Aquí están las pulseritas y la pinza del ombligo de mi bebé, que perdió enseguida que vinimos a casa.
Y llena de emoción y lágrimas acabo el post de hoy, mientras te miro Paula en este momento, como duermes a mi lado en el sofá. Te quiero, te quiero, y mil veces te quiero.
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