lunes, 11 de febrero de 2013

Carnaval, carnaval...!

Esta semana pasada en el cole de Paula hemos tenido la semana precarnaval.

Cada día de la semana había que ir con algo diferente. Un día una prenda del revés, otro día un gorro, pañuelo o lo que fuese en la cabeza, otro un calcetín de cada color... Y el fin de fiesta llegaba el viernes que todos iban disfrazados en una misma temática, que este año han elegido como "animales".

Nosotros nos perdimos los tres primeros días de esta semana tan divertida. Mamá y Papá han estado malitos y se han tenido que quedar en casa, presas de un virus del estómago e infecciones repartidas por garganta y oídos. Mágicamente nuestra querida burbujita lo ha pasado sin pena ni gloria y sin enterarse siquiera de lo que había por casa... ¡Bravo!.

Pero aún así, y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid... y que los papis se quedaban en casita a reponerse, la pequeñina se quedó a cuidarles y a disfrutar de unos días sin cole.

El jueves nos reincorporamos, y pese a llevar cinco días en casa, hemos llegado al cole sin lloros y dispuesta a pasarlo genial en la fiesta.

Como el disfraz de osito que compramos para tal efecto se componía de un mono de fieltro marrón y una especie de careta que se ataba en la cabeza, ante la negativa rotunda de nuestra prince a ponerse semejante artilugio en su cabecita, mamá haciendo uso de su súper caja de pinturas e imaginación, improvisó una carita de osita de lo más dulce que yo creo, no quedó nada mal...

Juzguen ustedes mismos...                                                                                                                                                                 Ella misma alucinaba mirándose en el espejo!!                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  
A la vuelta del cole, de la pintura de osita poco quedaba ya... pero el osito venía con muuuuucha hambre! Se comía las fresas a dos manos...











¡Lo hemos pasado de maravilla!.

Cuando yo era pequeña me encantaba disfrazarme. Tenía muchos trajes, muchos de ellos por los festivales que hacíamos de la escuela de ballet, y muchos otros que yo misma hacía que mi madre cosiese o inventase con mi ayuda, que a la pobre le daba más de un quebradero de cabeza...

Creo que es una manera divertida y saludable de jugar para los niños, y una buena manera, por qué no, de aprender jugando.

Dan rienda suelta a su imaginación y creatividad, expresan emociones y sentimientos que quizá de otra manera no sacarían.

Cuando somos niños, el mundo real y el imaginario conviven armoniosamente, se dan la mano en muchos casos, y el niño salta de uno a otro sin problemas  y disfrutando de ello.

Yo creo que es bonito y divertido jugar a saltar de un personaje a otro.

Ponerse en la piel de otros, ya sean animales, personas o cosas es bueno para todos. Les ayudará a aprender e imaginar cómo se sienten los demás, y nos ayudará a los adultos que convivimos con los niños, a saber cuál es la imagen que tienen los más pequeños de los que le rodean. Puede sorprendernos en muchos casos...

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