jueves, 14 de febrero de 2013

El Amor...

Hoy es el día de los enamorados. El día del amor.

Es cursi, es consumista, es una excusa de los centros comerciales para vender más. Y en definitiva, un día como otro cualquiera para quererse, besarse, amarse y respetarse.

Pero, ¿por qué no?. ¿Por qué no aprovechar la excusa para acordarnos y pararnos a pensar en todo ese amor que vivimos día a día a nuestro alrededor?. En lo importante que es demostrarlo, disfrutarlo, compartirlo cuanto más tiempo mejor.

La verdad es que cualquier día es bueno, y hoy es tan bueno como los demás.

Hoy, mi amor, te quiero igual o más que siempre. Ahora es un amor compartido entre tres. Nos amamos con tanta fuerza, que a veces saltan chispas!.

Hemos ido evolucionando y creciendo los dos. Conociéndonos tanto, que la vida a tu lado fluye sin obstáculos, y me sorprendo a veces de lo cómplices que somos, pero habiendo siempre un hueco para las sorpresas, para la imaginación, y para los detalles inesperados.

Durante todos estos años, has sido un pilar en mi vida, que me ha dado felicidad, seguridad, alegría, algún disgusto que otro... ;-) (los dos somos fuertes y un poco tozudos...), y sobre todo, me has dado una hija que se ha convertido en el centro y la razón de ser de nuestras vidas. Ella nos complementa, nos llena y desborda lo que ya estaba lleno de amor. Nos hace conocer y compartir otro amor diferente, que tiene aún más fuerza que el que ya teníamos. Que arrasa todo lo que se ponga por delante.

Desde que nació, o mejor dicho, desde que concebimos a nuestra pequeña burbujita, cada día me sorprendes, con tu entrega a nosotras, con tu trabajo, con tus cuidados y con tus mimos. No deja de sorprenderme como has encajado y te has hecho hueco sin hacer ruido y a la perfección, en el espacio que inconscientemente Paula y yo creamos cuando nació. Un lugar en el que parecía que no cabía nadie más durante los primeros meses, pero en el que tú lograste introducirte, a veces sólo a mirar, la mayoría de las veces observando desde fuera y facilitándonos todo lo necesario para que ese puerperio fuese perfecto y no nos faltase de nada.

Y así fue. Los meses han transcurrido, y poco a poco hemos formado una familia. A veces una familia que me recuerda a una gran manada, donde compartimos todos los espacios, y todos los besos. La cama, las caricias, y en definitiva, nuestro tiempo y nuestros días.

¿Y por qué te lo digo hoy?... Porque sí. Porque es un día como otro cualquiera en el que nos hemos levantado y hemos dedicado unos minutos de ese poco tiempo del que disponemos por las mañanas para decirnos sin palabras que estamos ahí, que vamos por el mismo camino y que esperamos que esto dure y dure hasta el infinito y más allá!.

Os quiero mis amores.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

ESTO