miércoles, 2 de enero de 2013

Macarrones Navideños

Inspirados por el Reto nº5 de nuestros amigos de Acompáñame pasamos a relataros nuestra original cena del día 24 en una nochebuena un tanto ...accidentada...

Como cada año planteábase la susodicha cena en casa de la tía Fátima.
Como tantos de vosotros, nos juntamos con familiares alrededor de la mesa a disfrutar y dentellear de una buena y agradable cena navideña. En ocasiones y para nosotros de forma habitual, nos juntamos con primos o tíos a los que no hemos visto en todo el año... parece la excusa perfecta para ver cómo nos van saliendo canas...

Recuerdo con cariño otros tiempos...aquellas calurosas cenas de nochebuena en casa de la abuela. Aquellos papos enrojecidos delataban una calefacción central que sólo era combatida por la abuela paseándose en su fresco camisón de un lado para otro. Vicente oteaba el percal y tomaba pequeñas bocanadas de aire fresco al abrir la ventana con máximo disimulo. "Las niñas" correteaban paseando pasillo arriba y abajo la vajilla entre la cocina y el salón. Otros se afanaban en escuchar las "siempre originales" y controvertidas felicitaciones navideñas de su majestad. Los que más y los que menos cantaban villancicos alrededor de las dos largas mesas que estratégicamente llenaban el comedor. Otros, en ocasiones, movíamos los labios y la boca, aunándonos en alaridos en los típicos estribillos. Gambas, langostinos, canapés, el bol de ensaladilla y la carne en salsa rellenaban al comensal. Raro era el año que las muñecas de famosa no llegaban al portal, raro era también, no escuchar ese ya casi olvidado canto gallego que tanto nos llamaba la atención a los más jóvenes de la mesa. No me preguntéis por qué, pero todos los años me sorprendo con la piel de gallina, recordando a la abuela sentada a la mesa entonando su cántico a pleno pulmón....

Pero este año no hubo ni gambas ni canapés. Bueno, los hubo para quien llegó a buen puerto, pero los papás burbujita se quedaron tirados con el coche de camino a la cena. Allí nos podéis imaginar, de noche cerrada, plena nochebuena, a la salida de una curva y en pleno carril de incorporación a la carretera...

Disfrazados con el chaleco reflectante,  señalizando la avería con los triangulitos....
Sal del coche, baja los bártulos de la pequeña, el cochecito, la silla, las bolsas, los abrigos... (vaya ¡pero si me he venido sin abrigo!) ... y salta el quitamiedos, niña en brazos, a la espera de una grúa y un taxi que te saquen del atolladero... ¿como se hacía esto antes de que existiesen los móviles?.

Ya de vuelta a casa, son mas de las 11 y no has probado bocado.
Para colmo no tienes más que telarañas en el frigorífico... pero improvisas una cena por todo lo alto....

Papillita para la pequeña y Macarrones con tomate para los mayores!

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