miércoles, 18 de abril de 2012

El parto

Sí señor, había roto aguas y no me había hecho pis como se le ocurrió decir al peke!!. Y a partir de ahí empezó a ir todo muy rápido. Mi madre me dijo que no probase bocado, llamamos a las enfermeras, las contracciones empezaron a ser rápidas e insoportables; madre mía! qué dolor más grande! Enseguida me volvieron a bajar y de nuevo allí estaba Antonio! ja ja ja, había vuelto. Yo estaba atacada, asustada y con muchos dolores, me cogió la mano y me dijo "tranquila, no tengas miedo, estate tranquila que todo va a ir bien". Se agradece enormemente. Me pusieron monitores y ya no podía soportar el dolor. Me pusieron anestesia epidural, cosa que también fue bastante dolorosa y no un simple pinchacito como me habían contado...Pero ¡¡qué narices pasaba!! cada vez me dolían más las contracciones. El peke que seguía haciendo alarde de una gran tranquilidad llamó a mi doctora y al anestesista que me inyectó un chute de golpe por la vía de la epidural, y a partir de ahí empezó a disminuir un poco el calvario. También me enchufaron gotero de oxitocina porque si no, al parecer con la epidural se iban a parar las contracciones.

Cada poco tiempo iba viniendo el matrón, Antonio para ver cómo iba la cosa. Según él, también con cada exploración iba ayudando a que Paula saliera. Mientras tanto nosotros, ya un poco más calmados, íbamos mandando mensajes tanto a la familia como a los amigos para contarles cómo iba todo. Las apuestas estaban reñidas a ver si nacía el 28 o ya el martes 29... Me desconectaron la epidural porque Antonio dijo que tenía que sentir un poco la presión en la zona para saber cuándo empujar.

En una de las veces que vino Antonio, me miró y me dijo. Estás de 9 cm. vamos a ir yendo al paritorio. Madre mía! Ahora sí que sí! ya venía mi niña! Y allá que nos fuimos; eso sí, cada uno por un lado porque a mi me tenían que preparar (poner en la camilla de parto, etc.) y al papá también (disfrazarlo de enfermero, con mascarilla y todo).

Y una vez ya estábamos todos, faltaba mi doctora! Estaba en una de las 3 ó 4 cesáreas que tuvo ese día. Antonio le llamó por teléfono, "Doctora, estamos a punto". Mientras llegaba, Antonio me iba diciendo cuando tenía que empujar. Cuando en unos minutos llegó mi doctora, nada más sentarse y mirar dijo "pero bueno!, si esto ya está!" Le preguntó a Ricky si quería ver la cabecita cómo estaba saliendo; él enseguida dijo SI ! Y yo salté como un resorte "Seguro???". Por favor, lo último que necesitaba era que se fuese al suelo en ese momento. Pero no se fue, le miré y le dije: "Tiene pelo?? Es morenita? Creo que es un momento que él no olvidará en la vida... Que emoción! En tres empujones, vi cómo de repente me ponían encima una cosita chiquitita muy muy blanquita que me daba miedo hasta tocarla. La doctora dijo, "pero si es un mico" y yo miré a Ricardo a los ojos porque no me lo creía, ya estaba aquí... Él tenía los ojos vidriosos y tampoco decía nada. Ninguno decíamos nada, sólo nos mirábamos. Creo que al rato pude decir "qué fuerte!"

Eran las 00:58 del 29 de Noviembre de 2011.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

ESTO