miércoles, 18 de abril de 2012

Y llegó el día... el gran día! (parte 2)

Como buen aviso de parto típico, se tuvo que presentar de madrugada... Y menos mal! porque no había nada nada de tráfico y el campeón de Ricky llevó el coche como si llevase conduciendo toda la vida... Un 10 para ti amor!! Por el camino, las contracciones se iban acelerando cada vez más y eran muy regulares, creo que no había duda, Paula estaba a punto de llegar! Qué emoción, madre mía! ni siquiera puedo expresar lo inmensamente emocionada y feliz que estaba. También tenía mucho miedo; miedo porque Paula todavía era muy chiquitita y temía que algo le pudiera pasar. Todavía se me llenan los ojos de lágrimas y se me ponen los pelos de punta cuando lo recuerdo. Y es que he de decir que también tenía un poco de pena... Se acababa el embarazo, se acababa tenerla dentro de mi y a salvo de todos los males... Se acababa el sentir las pataditas por la tarde los dos, mientras alucinábamos viendo subir y bajar la tripa (como bien se aprecia en otra de las entradas del blog!) y se acababa también una de las etapas más maravillosas que he vivido y que tanto tiempo se había hecho esperar. Eran tantas emociones juntas que no tendría blog suficiente para contarlo.

Urgencias con poco trasiego, me hacen pasar casi inmediatamente, me ponen una media hora en monitores para comprobar que no hay sufrimiento fetal y ver cómo van las contracciones. Paula está un poco dormida y le tienen que dar varios empujoncitos para despertarla y ver, tal y cómo me explicó la doctora, que su ritmo cardíaco oscilaba arriba y abajo, pues así es como debe ser si ella está bien. Después de los monitores y viendo que las contracciones son leves pero regulares, la doctora me explora para ver la dilatación (estos van a ser unos de los momentos más dolorosos de todo el parto, sin exagerar!). Estoy dilatada de 1 cm., he expulsado el tapón mucoso (lo que tapona la entrada al útero y protege al bebé del exterior y de posibles infecciones) y me dejan ingresada, me darán habitación y dejará orden dada para que si no hay novedad hasta entonces, a las 8 de la mañana me preparen y me bajen a dilatación.



Salgo fuera y le cuento toda la retaila a Ricardo que ya estaba de los nervios esperando fuera, me cogen una vía y para arriba directos, ¡habitación 410!. Llamamos a la family que ya están de camino dispuestos a acompañarnos hasta el final!

Entre unas cosas y otras ya nos hemos puesto en las 6 de la mañana.


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